El ministro de Defensa contó que en el encuentro "se habló del mecanismo interno para controlar exportaciones".
El ministro de Defensa, Jorge Taiana, destacó hoy “el uso pacífico” que le da la Argentina a la energía nuclear, al recibir a los delegados del Grupo de Proveedores Nucleares que se encuentran de visita en el país, en el marco de la Semana Plenaria que se desarrolla desde el lunes pasado y que finaliza mañana, en el Palacio San Martín.
“Argentina es un país nuclear desde hace exactamente 73 años, cuando se creó la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Ese uso es estricto y claramente pacífico, porque nuestro país está a favor del uso pacífico, seguro y confiable de la energía nuclear”, sostuvo el funcionario, según se indicó en un comunicado del ministerio.
El ministro contó que en el encuentro “se habló del mecanismo interno para controlar nuestras exportaciones y para que vayan a un buen destino”.
“Nosotros participamos en los cinco grandes grupos de trabajo, somos muy activos desde el punto de vista internacional, en los mecanismos de control del uso pacífico de la energía nuclear”, explicó en el evento organizado por la Comisión Nacional de Control de Exportaciones Sensitivas y Material Bélico (CONCESYMB).
Taiana recibió a la comitiva en instalaciones de la Dirección de Remonta y Veterinaria del Ejército Argentino donde manifestó además su orgullo por haber obtenido la Argentina “por cuarta vez la presidencia del grupo, y en este caso con un profesional destacado y un amigo como es el embajador Gustavo Ainchil”.
El ministro cerró su exposición con la reafirmación de los principios que rigen en nuestro país en esta materia: “La República Argentina ha suscripto todos los tratados que prohíben la producción, el desarrollo y el almacenamiento de cualquier tipo de arma de destrucción masiva, participando activamente del régimen internacional de no proliferación y consolidando su carácter de actor responsable de la comunidad internacional”, dijo.
Y agregó: “A su vez, Argentina rechaza enfáticamente los procedimientos de carácter unilateral, las prácticas intervencionistas y toda conducta internacional que no se ajuste a los criterios en materia de paz y seguridad internacional que establece la Carta de las Naciones Unidas”.